La Repoblación Forestal de las Dunas ha sido uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia reciente de Guardamar del Segura. Se inició en el año 1896, cuando tuvo lugar un fuerte desequilibrio del sistema dunar. Grandes montículos de arena fueron avanzando tierra adentro, hasta cubrir una amplia extensión a lo largo de 16 kilómetros de longitud. El proyecto llevado a cabo por el Ingeniero de Montes D. Francisco Mira y Botella frenó el avance de toda esa masa de arena que llegó a arruinar varias hectáreas de cultivo y amenazaba con sepultar el pueblo. Los trabajos de fijación y repoblación de las dunas de Guardamar generaron una sucesión de trabajos auxiliares. Estos dieron lugar a una serie de infraestructuras básicas con el fin de garantizar con éxito la evolución y el desarrollo de los trabajos. Dentro del conjunto de infraestructuras destaca el conocido popularmente como Vivero Viejo. Este espacio lo componen:
Vivero Viejo: Se construyó en 1901 y es el único que sigue en funcionamiento en la actualidad. Su estructura originaria, de planta rectangular, se articula a través de un amplio camino central, flanqueado por jardineras con fábrica de ladrillo macizo, decoradas con paneles cerámicos polícromos. A ambos lados del pasillo se estructuran las albitanas, a modo de pequeñas parcelas rectangulares de diferentes medidas. Aquí es donde se realizan las siembras para obtener las plantaciones necesarias para repoblar los arenales de pinos piñoneros, pinos carrascos, cipreses, algarrobos, etc. El vivero sufre una primera ampliación en 1910 y, posteriormente, a partir de los años del 1970, al objeto de producir plantas no sólo para Guardamar, sino para otras zonas de la provincia.
Casa Forestal: Este edificio, concebido en su origen como almacén de herramientas, se convirtió con el tiempo en la residencia de la guarda forestal para la vigilancia de la pinada. Otra construcción singular utilizada para el servicio del vivero, es la denominada “caseta de herramientas del vivero”.
Aljibe: En el interior del vivero viejo, la construcción de pozos en el subsuelo para alimentar las especies arbóreas y arbustivas ha sido una de las soluciones tradicionales más eficaces. Sin embargo, para la captación y almacenamiento de agua para el consumo humano, se construyó en los años 50 el aljibe del vivero, de bóveda de cañón, una de las muestras más significativas de la cultura del agua. Consta de una tubería de captación de agua situada en el suelo, que permite que el agua llegue al interior del aljibe y de un acceso superior cerrado por una puerta por donde se extrae agua. El sistema de captación se completa en la parte trasera con un aliviadero para dejar salir el agua sobrante.
Busto del Ingeniero Mira: El monumento en memoria al Ingeniero Francisco Mira y Botella se ubica en la plazoleta junto al aljibe. El conjunto lo componen un busto idealizado de D. Francisco Mira con el uniforme de gala del Cuerpo de Ingenieros Forestales sobre un pedestal de estilo Art Decó, con una inscripción en relieve del mismo estilo. Este busto es obra de Agustín Pantoja Mingot, escultor alicantino y reputado artista constructor de hogueras y fallas.
Este monumento escultórico se erigió para dar las gracias a Francisco Mira y Botella por los años dedicados a la Repoblación Forestal de las Dunas de Guardamar, como lo ilustra la inscripción conmemorativa del mismo: “Guardamar, a su hijo adoptivo el ingeniero D. Francisco Mira y Botella. Autor de esta repoblación. 1 de Julio de 1945”.